Me coronas, te coronas, me enciendes,
te enciendo... jugamos y nos perdemos
en este espacio sin concretar los horarios...
Camino descalza sobre el asfalto helado y
veo tu sombra delante que, como un fantasma, se aleja de mi,
no veo tu forma, sólo intuyo tu olor,
tus contornos permanecen ocultos y por instinto
me alejo buscando acercarme a tu lecho...
Me buscas, te busco, te aliento, me alientas,
consigues que vuelva a creer en mi,
conviertes cafés en apacibles remansos y
las noches en el descanso perfecto...
Te extraño, me extrañas, te ignoro, me ignoras,
Pero siempre volvemos al equilibrio imposible
que consiste en convivir con diferencias
y el espacio justo...
(mi realidad)