Banco, birra, será será...

Nunca me gustó empezar por el principio, ni tampoco quedarme con el final... Digamos entonces que la mitad de "todo" es lo ideal. Da amplitud en las observación. Me relaja el sentir que hay "cosas" claras o no y te dan certidumbre en otras muchas. La mitad del "todo" es donde me gustaría existir contigo, en la mitad de un "banco", la mitad de "una birra", la mitad del "desierto", la mitad del "mundo", la mitad de tu "espalda", la mitad de tus "sueños", la mitad de tus "ilusiones", la mitad de la mitad será, será...
Será que el "todo" es aburrido y efímero , que un todo quita emoción, llena espacios y confunde cuerpos...
Con esto no pretendo decirte nada y sin embargo te lo digo TODO, este es mi dogma y mi manera contigo. Alguna vez resultó fácil expresar en palabras pero a la vez duro callar lo muy importante por los miedos a cerciorarme del absurdo, el dejar de engañarme.
Será, será, será que todo es muy distinto. Siento que te elegí y me elegiste, sin etiquetas, sin palabras o con muchas, sin historias, con las mascaras al descubierto, sin promesas, libre y apasionadamente.

Cuando me calmas la pasión,
Cuando tus pupilas encienden las mías en las mañanas,
Cuando en las tardes araño tu espalda,
Cuando en la noche rezo mi credo sobre tu pecho,
Cuando mis ojos buscan y te huyen,
Cuando mis manos te alcanzan,
Cuando mi lengua te consume y mis labios te sacien, me sacien,
Cuando el te quiero brote en mitad de una frase, de un beso,
Cuando...     Ahora...   Ahora.
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