Vivir...

Cuando las palabras se quedan cortas, los adjetivos mudos y mis labios aprietan mi ser y no verbalizan mi alma, cuando lo fácil se convierte en descabellado y lo real en irónico, cuando mirarte a los ojos es imposible y me escabullo en frases sin sentido y risa nerviosa, cuando los bancos no sostienen, el alcohol no embriaga lo suficiente y huir de mi misma es tan imposible como negar lo evidente, palpable, real...
Una retirada a tiempo siempre supone una victoria, la victoria de los necios, de los que pasan sus vida de espaldas a los sentimientos y ponen tiritas a un corazón que acaba siendo mutilado. Mi corazón tiene tiritas por vivir, sentir, luchar, peder y ganar pero sobre todo por seguir sintiendo la pasión que esta vida me sigue aportando. No quiero cambiar ni cambiarte, las cosas funcionan así y así seguirán siendo. Y no quiero convertirme en una paria de los sentimientos por miedo a perder, porque perder y ganar es algo arbitrario y carente de sentido cuando está en juego vivir, ilusionarse y sentir. • • •