miércoles, 22 de diciembre de 2010

PASIÓN

Acurrucada en la oscuridad, desnuda, recién profanada por la pasión inagotable de tantas ansias, tanto deseo... acurrucada mi agitada respiración es el único sonido en esta habitación, amortiguo mis pies descalzados a una postura que me permita descansar mi cuerpo sobre la pared, acurrucada aún consigo tapar mi cuerpo con una fría manta cercana... acurrucada mis pupilas indagan el espacio sin encontrar respuesta a tanto abandono, a tanto silencio, a tanta oscuridad...
Lentamente me relajo y de nuevo dejo caer la manta, mi cuerpo desnudo se relaja... oigo tu respiración cada vez más cerca, mis sentidos alerta te esperan, mi piel se eriza, mis pechos, caderas y muslos se endurecen casi sin remedio...















Esperan, alerta... te siento, noto como te acercas... no te veo, pero tu olor impregnado de pasión me desborda ... tus manos me rozan, acarician mi cara con el revés de tus dedos, bajan sobre mis brazos, agarran suavemente mis manos... ahora te percibo, tu rostro cerca del mío, tus ojos me buscan, tu aliento cálido... agarras mis muñecas con fuerza y con violencia me acercas a ti... tu boca busca con desmedida ansia, mis labios te huyen aterrorizados de tanta pasión y sin embargo anhelan tanto ser probados de nuevo que su resistencia es forzada sin apenas esfuerzo... labios, lenguas, saliva... inundan el espacio formado por nuestras bocas una y otra vez... 
cuerpos que se juntan y contonean, se funden con desmedido  delirio, el frenesí de cuerpos que se rozan y estrechan una y otra vez, de manos que acarician espaldas, brazos, rodillas, muslos... de dientes que muerden la carne ablandada, de dedos que agarran y estiran cabellos, la vehemente música de jadeos y susurros que consiguen ahogar el silencio, que cruzan las cuatro paredes y llegan...  umnnnh...  caminar desnutrido por la piel, henchida de llagas y consumida por tanta pasión... 




Reposo de nuevo en este cuarto, acurrucada y rebosante... llena, consumida, absorta, saciada, desnuda, descontrolada y sosegadamente poseída, espero una nueva abatida cual presa fácil... rememorándolo todo...


El sol se cuela por la ventana, poco a poco me desperezo, noto en el paladar el sabor de otra boca, parece real, pero el espacio a mi lado está vacío, retomo el calor con el que me reclaman las sábanas...




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