Mi falta de costumbre se hace palpable cuando surgen los contratiempos lógicos del sendero angosto. Miro atrás y la carga que a veces parece invisible y se hace ligera, es pesada y dura y extensa en recorrido. No tienen porqué pasar cosas extraordinarias o cosas más extraordinarias aún que el día a día para revisar los bolsillos y ladear un poco la cabeza para saber que no estoy "sola", pero durante este estadio recurrente, he aprendido a sobrevivir con mi "cabeza" y mi imaginario. A reinventarme y reinventar momentos, a disfrutar otros tantos y a preocuparme por la gente que se cruza en mi vida. Son contados los momentos en los que desaparecer "no" es un opción, sino una alternativa. Ilógica e irracional esa soy yo, y sé que es complicado mi tiempo.
Comparte conmigo lo que tu puedas ofrecer, y yo te regalaré mi soledad, mis frases a ciegas en la noche y todo el amor que mi corazón es capaz de producir, mi nostalgia y mis locuras, y muchos momentos raros, porque rarezas me sobran y me falta disciplina para mantenerme erguida, esas son mis medias verdades y el tiempo mi eterno enemigo.
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