jueves, 5 de mayo de 2011

UNO DE ESOS DÍAS ...

Hoy es uno de esos días en los que arrojaría la toalla húmeda en la esquina gris... en que desafiaría con los dientes apretados contra mis labios pálidos a este mes inhóspito y destartalado que comienza... que me acurrucaría en las cálidas sábanas del olvido tardío de tardes y noches y abrazaría la almohada con fuerza... hoy es uno de esos días en los que el azúcar me amarga y el agua no sacia, en que responder tu pregunta resulta tan absurdo como pasear por la playa de espaldas y aprisa... en estos días el grito se ahoga en mi garganta helada, las lágrimas se nutren de 
ausencias y las fuerzas, que ayer se ausentaron, hoy ni siquiera surgieron... No podría decir que pasó nada importante y quizá fuera eso la gota que colma ya este vaso, que no cabe ni un punto más para tan poco texto y que mis palabras no sirven, ni aclaran, ni existen, ni son necesarias y apenas ni brotan por falta de fuerza... Quizá hoy sea la tarde en la que mire de lejos, contemple mi espacio, aclare conceptos o divague otros tantos... Quizá llegó el punto de inflexión necesario, ese que no me deja volver atrás, ese que me abata y me impulse o simplemente me obligue al abandono... En esta tarde con sus insufribles minutos, repleta de instantes, pensamientos y calles, me imaginé recorriéndote absurda y anónima, como la hormiga que soy, como el lienzo en blanco,  con retazos de brisa en los pulmones, como la espalda encorvada que aguanta su peso,  como las manos que te buscaron, como los ojos que me miran adentro y que no saben hacerlo... 
Deja que en esta tarde, me permita el lujo de abandonar la batalla, rendida me encuentro y mi cuerpo no aguanta... deja que renazca o muera en esta esquina, pero deja que avance en algún sentido, no me cuestiones, no me preguntes, no me sondees ni me indagues, sólo si me intuyes podrás saber de lo que te hablo... en cualquier caso, permite que en esta tarde abandone los minutos y me abandone en pensamiento... esta luchadora  erró la batalla y claudica en esta tarde, permíteme que lo haga...

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