domingo, 2 de enero de 2011

Sonambulas

Despierta, anodina, perdida en pensamientos y sueños. Mi mente viaja y en esta ocasión la acompaño a otros parajes extraños, recónditos, perdidos, distantes, llenos de sabores, colores y manjares inmensos por degustar y amar. Despierta como el borracho noctambulo descalzo por las aceras de la gran Via de Madrid a las tres de la mañana que busca un portal donde descansar su abatido cuerpo y calentar su embriagada calma desgastada.
Alerta como un gato en la oscuridad que contempla acercarse a su presa agazapado tras la mesa, hambriento y expectante.
Como de lento es el pasar del tiempo cuando el horizonte es ajeno y transciende mi voluntad posible cambiar tanta ansia de devorar cada trozo de carne servida a destiempo sobre bandeja de plata.
Busco la luz que ilumina este angosto pasillo, el interruptor que de positivo a la fe divina, oh¡ maravillosa fe a la que recurrir cuando ambicionamos deseos imposibles, cuando queremos calentar la existencia con divinidades impuestas.
Camino hacia ti y no sé porque es, pero la gente me mira, se vuelve a mi alrededor y me contempla, indaga, pregunta, interroga, balancea sus preguntas al aire donde otros cogerán el testigo.
Amor universal para repartir sobre franquicia, eso sí¡ bajo pedido mínimo de tiempo, estancia y por supuesto sujeto a no estar ocupado por otros usuarios. En este caso, el placer puede ser mucho más barato, o más banal y nunca va a tener el reconocimiento de "universal", será simplemente, eso, sentimiento efímero que pasa y dura poco, de intensidad más o menos duradera dependiendo también de las horas que invierta el personal en hacer crecer sus expectativas. Siempre estaremos pendientes del overbooking, de las bajas de los empleados, del tiempo de llegada y salida, y sobre todo de la voluntad, bendita voluntad... que sería de esta maravillosa sociedad si no pusiéramos un poquito de voluntad y amor en todo lo que hacemos... mira donde nos ha llevado no hacer el trabajo bien, a perdernos en otros mercados de temporada baja, quizá con material en peor estado, pero eso sí, nuestros clientes siempre serán libres de quedarse o irse, de pagar o hacerse un pedazo de simpa, (aquí es donde se supone que viene la enorme carcajada, yo la omitiré que es tarde y los vecinos parecen simpáticos, shhiiiiiiiihhhh).
Luego vendrán los lunes, con sus baladas tristes, lánguidas, informes y destartaladas que, gracias a dios¡¡¡¡ siempre parecen durar el tiempo justo, ni un minuto más ni uno menos en abandonar la semana, ajetreados en llenar, empezar; rápido rápido, así es mejor todo, al menos para mi que no me gustan, no sé porque razón (lo sé, lo tengo aún en tareas pendientes de descubrir, junto con hacerme con uno de los tesoros de las pirámides de  Karnak), los martes, miércoles y jueves no tienen mayor importancia que rellenar la semana con plausible languidez, eso sí bien surtido de trabajo y más trabajo, de idas, venidas, contratiempos, reuniones familiares, desavenencias varias con amigos, o simplemente disfrutar del pasar de las tardes en soledad....
pufff viernes, sábado y domingos, trillizos que se van de cañas en noches largas largas para los que no consiguen discernir entre día y noche, y tarde y mañana, quizá por la humareda de tanto local. (bienvenida sea la ley antitabaco) o por la embriaguez de demasiado vaso mal llenado de espuma....

bueno corto y cambio que la noche me cubre, la cama me llama, los ojos se cierran, las manos no responden y ni que decir tiene que... ni que decir tiene, sin mas...

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